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Ha muerto Heliodoro Díaz “El Naranjero”

P. M. Azofra | La Rioja

El pasado 29 de enero falleció a los 94 años Heliodoro Díaz “El Naranjero”. Nacido en Arnedo, desde los 5 años vivió en Logroño. Fue de la época de Barquero, Valeri, Illera, Chicuelín, Rioja, Paco Miranda, “El Pintor”, Matorro, Valentín Ruiz, Rafael Azcona, Pacotín, Chucho Ortega, Manchitas... El último.

Más de medio siglo comerciante en la Plaza de Abastos de Logroño. Desde chaval vendiendo fruta, de ahí lo de “Naranjero”, y luego embutidos, jamones y caza selecta. Se inició entrenando en la explanada de la vieja plaza de toros logroñesa con El Pimpi, Paco Miranda, Pedret, Pacotín... se fogueó en capeas de Laguardia, Lapuebla, Mendavia, Arnedo, Autol, Nalda, Navarrete, donde disfrutaba de gran cartel... pasando el guante con Illera, Rioja, Hueverito, Chicuelín y otros de la época.

En Arnedo debutó estoqueando una vaca y un novillo y en septiembre del 45, en Logroño, alternando con Pacotín, Bienvenida, Chispita... En el 47 toreó con El Empastre en Logroño, y Manchitas, y en el 49 mano a mano con Jaime Malaver. Novillos de Encinas y Manchitas de sobresaliente. Dedujo que no era lo suyo y pensó en hacerse banderillero. Desistió y matabar el gusano en las fiestas del CTL.

De chaval, a la cinco de la mañana, con El Mótil, El Pimpi y Paco Miranda, frecuentaban “Prado Viejo”, “Prado Salobre” y “La Coronilla”, camino al monte de “La Pila”..., donde pastaban las reses de Rubio, Poli, Etura... y les daban fiesta a las becerras. A las nueve... todos en el tajo. Tiempos de postguerra y estraperlo. “Agradecían” el despiste a los pastores con tabaco rubio y otros productos escasos.

Heliodoro, con enorme fortaleza física, fue buen aficionado y su ilusión final fue torear una becerra virgen. Lo consiguió con más de 60 años en las fincas “Hernandinos” de Villavieja de Yeltes y “Traguntía” de Pozos de Hinojo, con reses de Dionisio Rodríguez y El Viti. Alternando con Pepe Illera. Estuvo presente su hijo, fallecido por Covid hace unos meses. Pepe y Heliodoro. Luchadores duros de pelar y con éxito... en la vida civil. Los vimos llorar abrazados tras de disfrutar con becerras inasequibles de mozos. Presente, el histórico fotógrafo taurino Canito.